lunes, 26 de abril de 2010

Y ¿con qué software lo gestionamos?

Hay varias propuestas y, como suele pasar con todo en esta vida, cada una tiene sus pros y sus contras. Pero, para abrir boca, empezaremos con la que quizás sea la más potente: Lightroom.

Este (al que llamaremos "Lr" a partir de ahora) es un programa que integra funciones de base de datos y herramientas de ajuste y retoque fotográfico. Como gestor de fotos, podemos importar las imágenes sueltas, por carpetas finales o por una que englobe a otras subcarpetas, importandolas todas a la vez. Con las fotos ya dentro de Lr podemos empezar por cambiarles el nombre en grupo (ver porqué en el post anterior), incluirles palabras clave, descripciones y un largo etcétera, datos que se pueden meter desde el panel derecho de la ventana. Aquí, además de la pestaña de Palabras clave encontramos otras de Histográma, Revelado rápido y Metadatos. El revelado rápido ofrece opciones de ajuste básico, pero que en la mayoría de las ocasiones debería bastarnos. Permite hacer equilibrio de blancos, claridad e intensidad, además de otros ajustes preestablecidos que podemos seleccionar a voluntad.

En el panel izquierdo encontramos las pestañas de Navegador, Catálogo, Carpetas y Colecciones. Cada una de ellas nos permite acceder a nuestras carpetas o bien crear agrupaciones virtuales (las colecciones) que nos interese gestionar en juntas. El Navegador nos muestra una miniatura de la foto seleccionada, util si tenemos el panel central en vista de cuadrícula.

Bueno, así contado es un poco lioso, pero esperamos poderos mostrar en el cole cómo funciona dentro de unos días. Entonces os hablaremos de las otras 4 pantallas: Revelado, Proyección, Imprimir y Web.
¡Ah! y es de Adobe, o sea, compatibilidad total con el Photoshop y el resto de aplicaciones gráficas de Adobe.

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